La reforma de la Ley de Sociedades de Capital clarifica en parte la polémica remuneración de los administradores vía estatutaria estableciendo unas cuantías y criterios de retribución ante la indefinición anterior que ocasionaba no pocos problemas interpretativos y de inscripción registral.
La Ley de Sociedades de Capital ha padecido una nueva reforma con la Ley 31/2014 de 3 de Diciembre que transforma profundamente la remuneración de los administradores, modificando los artículos 217 a 219 de la citada Ley.
En concreto, el nuevo esquema establecido para la remuneración de los administradores se basa en los siguientes puntos:
- Como antes estaba regulado, para que el cargo de administrador sea retribuido, debe constar en los estatutos sociales.
- La Ley fija de forma ejemplificativa y no limitativas diversos sistemas de retribución (una asignación fija, dietas de asistencia, participación en beneficios, retribución variable con indicadores o parámetros generales de referencia, remuneración en acciones o vinculada a su evolución, indemnizaciones por cese, los sistemas de ahorro o previsión, etc.)
- La cuantía máxima debe determinarla la junta general, permaneciendo vigente en tanto no se apruebe su modificación.
- El reparto entre los administradores, en principio, es competencia de éstos.
- Debe sujetarse a unos criterios objetivos señalados por la Ley.
- Regula con detalle la remuneración por participación en beneficios. Sólo se exige como hasta ahora el máximo. En la limitada se fija como máximo legal el 10% y en la anónima sigue teniendo las mismas limitaciones que hasta ahora.
- Se sigue regulando la retribución vinculada a las acciones de la sociedad.
